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El Vaticano expondrá el documento que dividió América

Cristóbal Colón -nombre que se puede apreciar en este documento- es citado con palabras de agradecimiento en el documento del archivo vaticano

Archivi'o Segreto Vaticano 

La bula enviada a los Reyes Católicos está en Sevilla, pero este es el texto madre. El registro en el Vaticano era clave, ya que las bulas podían perderse o falsificarse. Los Museos Capitolinos exhibirán en febrero cien documentos

 
Coincidiendo con el día de hoy, 12 de octubre, exactamente 519 años después de la llegada de Cristóbal Colón a tierras americanas, los responsables de la muestra y del Archivo Secreto Vaticano han revelado en exclusiva a La Vanguardia que entre el centenar de documentos de Lux in arcana figurará la bula Inter cetera de Alejandro VI –el valenciano Rodrigo de Borja– en la que, siguiendo criterios geográficos bastante inexactos, distribuyó entre España y Portugal los dominios en el Nuevo Mundo, con la expresa condición de que los habitantes de esos territorios fueran evangelizados.
La bula alejandrina, llamada también bula de partición, tiene una historia compleja. Se realizó una primera versión, con fecha 3 de mayo de 1493, pero su contenido no satisfizo a los destinatarios porque no quedaba clara la división territorial. Podía interpretarse demasiado favorable a España en detrimento de Portugal, cuyo soberano, Juan II, reivindicaba también con fuerza sus derechos. Por eso, tras las consiguientes gestiones diplomáticas, se realizó una segunda versión, datada retroactivamente el 4 de mayo de 1493 –aunque su redactado real fue posterior–, en la que Alejandro VI, como árbitro aceptado por las dos partes, establecía el dominio español en todos los territorios descubiertos, hasta entonces y en el futuro, situados al oeste de un meridiano imaginario, a unas cien leguas de las islas Azores y de las islas de Cabo Verde. Esta división geográfica resultó en la práctica incorrecta e inaplicable, pero al menos estableció un principio genérico de reparto. Un año después, en 1494, un acuerdo diplomático hispanoluso, el tratado de Tordesillas, corrigió las zonas de influencia y desplazó en 370 millas el meridiano fijado por el papa.
La bula original enviada a los Reyes Católicos se conserva en el Archivo General de Indias. Pero el documento madre es el que se expondrá en los Museos Capitolinos, la llamada copia de registro, que se halla en el Registro Vaticano 777 del Archivo Secreto Vaticano. Según explicó a este diario Alessandra Gonzato, portavoz del archivo, "la copia de registro es en realidad la copia número uno, el texto fundamental, la única garantía de autenticidad". En aquella época las bulas podían perderse por el camino, ser manipuladas, falsificadas o destruidas. Esto último ocurrió, por cierto, con la que excomulgaba a Lutero. La copia de registro, guardada celosamente en el Vaticano, es la fuente infalible de los actos papales y, en el caso de la que dividió América, su existencia, en versión corregida de una anterior, explica también las vicisitudes de la negociación diplomática que requirió el asunto.
En la bula, Alejandro VI, un papa corrupto y despiadado con sus enemigos, loa a los Reyes Católicos por la recuperación del reino de Granada de los musulmanes y expresa su deseo de que "la fe católica y la religión cristiana sea exaltada sobre todo en nuestros tiempos, y por donde quiera se amplíe y dilate, y se procure la salvación de las almas, y las naciones bárbaras sean sometidas y reducidas a la fe cristiana". También incluye palabras de admiración hacia Cristóbal Colón, un "hombre apto y muy conveniente" para la empresa que realizó.

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