Cabeza de Dyedefra
Hace
casi cinco milenios, el faraón Dyedefra mandó construir la pirámide con
más altura de las que se podían observar en el valle de Giza hacia el
año 2.600 A.C.
Según
los expertos que han descubierto sus ruinas, esta cuarta pirámide pudo
llegar a medir 128 metros de altura unos 7 metros más de lo que mide la
más alta de las que se conservan en la actualidad, la de Giza.
Los
restos de la llamada pirámide perdida, se encuentran en un lugar
conocido como Abu Rawash a pocos kilometros de la ciudad del El Cairo.
Su construcción duró unos ocho años y en ella trabajaron más de 15.000
obreros/esclavos.
Este
faraón que llegó a reinar sin corresponderle por línea directa
hereditaria, lo hizo gracias a que sus dos hermanastros fallecieron,
facilitando así su acceso al máximo poder. Reinó entre
2.566 y el 2.557 A.C. Hijo de el faraón Jufu y una de sus esposas de la
cual no se conoce el nombre pero que pudo tener origen libio.
La
legitimidad de su reinado la consiguió al casarse con su hermanastra
Hetepheres II cuando quedó viuda al fallecer el legítimo heredero al
trono Kauab, también hermanastro de Dyedefra si bien, estuvo casado
anteriormente con Jentetka, hermanastra del rey.
Según
los expertos, la cuarta pirámide fue destruida por los romanos quienes
utilizaron los bloques de la cual estaba construida, para edificar sus
edificios en la capital egipcia.
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