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El
hombre del neandertal fue el primer fósil humano identificado a
mediados del siglo XIX tras los descubrimientos en Bélgica, Gibraltar y
en el valle del Neander en Alemania.
En
1863 ya se propuso el nombre de Homo neanderthalensis, poco después de
la publicación del libro de Darwin El origen de las especies.
En
1996 se extrae por vez primera restos de ADN de un humano fósil,
precisamente de un neandertal, y los resultados, publicados en el primer
borrador del genoma neandertal en 2010, apuntan a una posible
hibridación con los sapiens.
La
península Ibérica es un referente internacional para entender la
historia evolutiva de los neandertales. La colección de fósiles humanos
de la Sima de los Huesos y restos de Galería en la sierra de Atapuerca
son los mejores ejemplos de ancestros neandertales en Europa. Se
conocen unos treinta yacimientos que han conservado fósiles
neandertales clásicos.
Los
últimos neandertales vivieron en el sur de la Península Ibérica, donde
desaparecieron hace alrededor de 30.000 años. Su territorio se
extendió desde las costas de Portugal hasta Siberia Occidental pasando
por el próximo Oriente, y desde las penínsulas del sur de Europa hasta
casi rozar el círculo polar ártico. Los neandertales eran eminentemente
carnívoros y recientemente se ha conocido que su dieta en Gibraltar
incluía el consumo de animales marinos como crustáceos, moluscos o
delfines. Usaban el fuego de forma regular y diversificada y son los
primeros humanos que enterraron de forma intencionada sus muertos.
También está demostrada la práctica del canibalismo en algunos
yacimientos.
Fuente: Libertad Digital