Fotografía de la galaxia cedida por el Observatorio Europeo Austral (ESO). (EFE/Observatorio Europeo Austral) |
La sonda Voyager 1 es la creación humana que se encuentra más alejada de la Tierra, que ya ha recorrido casi 18.000 millones de kilómetros.
También transporta un mensaje sobre el hombre y su situación en el universo.
"Estamos viajando por un territorio completamente nuevo".
La
sonda Voyager 1, el ingenio humano que se encuentra más alejado de la
Tierra, ha entrado en la frontera de nuestro sistema solar y podría
llegar al desconocido espacio interestelar en cuestión de meses, según
informó este lunes la NASA.
Los
científicos esperan conocer nuevos datos emitidos desde la Voyager 1
para confirmar el momento en el que la sonda, lanzada en 1977, salga
de la heliosfera, zona hasta la que llegan las partículas energéticas
emitidas por el Sol y que protege a los planetas de las radiaciones
del espacio exterior.
La Voyager ya ha recorrido casi 18.000 millones de kilómetros
y, según el comunicado de la Nasa, podría superar la burbuja de la
heliosfera y la influencia de su campo magnético en "unos pocos meses o
años".
"Hemos descubierto que el viento solar
es lento en esta región y sopla de forma errática. Por primera vez,
incluso se mueve hacia atrás. Estamos viajando por un territorio
completamente nuevo", dijo Rob Decker, uno de los responsables de los
instrumentos de medida de la sonda.
"No deberíamos esperar mucho para averiguar cómo es de verdad el espacio entre las estrellas", indicó Ed Stone, científico del proyecto Voyager en el Instituto Tecnológico de Pasadena (estado de California).
Los datos que indican su situación provienen de los sensores de la sonda, que han detectado un aumento de la intensidad del campo magnético,
ya que se encuentra al borde de la heliosfera, donde las radiaciones
del espacio interestelar comprimen los límites de la zona de influencia
del sol.
La Voyager 1, que también transporta un mensaje sobre el hombre
y su situación en el universo, mide las radiaciones entrantes y
salientes para determinar su paso por las fronteras del sistema solar.
Desde
mediados de 2010, la sonda ha detectado una reducción de las
partículas energéticas emitidas desde el Sol, que ahora son dos veces
menos abundantes que en los cinco años anteriores, mientras que ha
detectado un flujo cien veces mayor de electrones del espacio
interestelar.
20 minutos.es